sábado, 26 de abril de 2008

La gloire de mon père

Ciertamente, mi padre tuvo su minuto de gloria cuando le elogiamos todos por su magnífica “Carbonade Flamande”. Su afición por la cocina es idéntica a la mía (cuestión de genes), huye de la rutina e intenta ignorar la alimentación diaria para centrarse en los platos que merecen reconocimiento e inspiran la paciencia necesaria para su elaboración. Es por ello que recorremos a la cocina de la paciencia y los platos que requieren elaboraciones lentas y trabajosas, porque, sin mentir, si somos sinceros,lo que en realidad buscamos es la sensación de la preparación tanto en nuestra boca como en el reconocimiento que sale de la boca de los demás. Desde luego, el último motivo que me impulsa a cocinar es el de alimentarme. Cuando tengo hambre, no cocino, como.

Si bien es cierto que hoy en día priman cocciones cortas y sabores crudos, que por otro lado tienen un lugar reservado en mis preferencias, no por ello olvido esa cocina tradicional caracterizada por cocciones largas y paciencia extrema que hemos heredado de los abuelos. Cuando era pequeña, mi madre aprovechaba los fines de semana, que era cuando disponía de tiempo, para elaborar estofados de carne de dos horas de cocción. Y los sabores lentos, las texturas blandas de la carne, las salsas espesadas a base de evaporación progresiva, resultan en una gran concentración de sabores que recuerdan y sugieren de una manera extremadamente potente. Un ejemplo personal de madalena.

Así que, creo que la receta llega tarde, y a menos que vuelva un fin de semana lluvioso, os aconsejo que guardéis la receta para el invierno y que la disfrutéis, como lo hicimos nosotros, en familia y recompensado con elogios sinceros la labor del cocinero.


Carbonade flamande (guiso de origen belga con cerveza)


0,5 kg de carne de buey para estofado
2 cebollas
10g de mantequilla
0,5 l de cerveza (belga)
3 cs de tomate triturado (opcional)
1 cs de harina
1 cs de azúcar moreno
1 hoja de laurel
2 ramas de tomillo
2 clavos
3 lonchas de pan con mostaza (o pan de especias)
1 bolsita de patatitas para decorar


La carne se prepara en lonchas gordas. Pasar por la sartén y reservar. Poner la cebolla y reblandecerla sin dorarla junto con la harina. Añadir la carne y el tomate si se quiere. Posteriormente, añadir la cerveza y las especias y poner a fuego fuerte hasta que hierva. En ese momento colocar las lonchas de pan y tapar. Dejar a fuego lento hasta que desaparezca el pan (tranquilamente 2 horas).

En este momento, lo suyo es probar el guiso y añadirle el azúcar moreno si la cerveza ha dejado un sabor muy amargo (de allí que si se pone pan de especias que es dulce quede bien a la primera). Animar el fuego, echar las patatitas y dejar que reduzca la salsa.